sábado, 9 de noviembre de 2019

Una piedra muy sanadora

Una piedra muy sanadora

Hola amigos, espero que estéis bien.
Continuamente pongo diferentes piedras a prueba. Algunas no me funcionan, otras funcionan pero no con la rapidez deseada. Pero hay otras que actúan de manera tan rápida y eficaz, que me sorprendo vez tras vez. Me doy cuenta que es todo un misterio, aunque debe tener su explicación, y de hecho estoy convencida que la tiene. En este campo lo único que podemos hacer es probar y experimentar.

Me he animado a escribir esta entrada, por algo que me ha ocurrido hoy con una piedra, que quiero compartir con vosotros. Llevo ya algunos años con problemas en un ojo, no en la visión sino en el lagrimal. Ha ido a menos, pero hay días como hoy, que me lloraban ya los dos ojos. Hasta ahora no he tenido ningún tipo de alergia, pero los síntomas hoy parecían clavados. Se me unió mi ojo llorón, con esta especie de alergia, que dudo que lo sea realmente.

Ya sabéis lo molestas que son las alergias. Si, estaba bastante fastidiada. Me acordé de la entrada que saqué sobre las alergias. Debido a que nunca he tenido alergia hasta ahora, al principio no se me ocurrió buscar una piedra. Aunque esta piedra en particular la he dado a probar a otros con alergia, y les funciona.  Quiero deciros que mis medicinas son las piedras, mi mente y mis manos. Cuando tengo algo que me duele o me molesta, lo primero que hago es buscarme una piedra. Llevo muchísimo tiempo sin tomar ningún tipo de medicamentos, porque no los necesito.

Os confieso que sigo aprendiendo de este mundo de las energías, y contra más aprendo más me maravillo, y más me doy cuenta que sé en realidad muy poco. Este mundo del que os hablo es muy complejo, difícil de estudiar, es como, para que me entendáis, de otra dimensión. No es fácil de entender y de aprender su funcionamiento. No obstante, es esencial para nuestra sanación. Todo esto no es fácil de explicar, es como si tuviera su propio lenguaje. Es todo un reto , os lo aseguro.

Intento acercaros a este mundo sutil, misterioso y muy poco valorado por la mayoría. Pero que si estas aquí leyendo mis conclusiones, es porque le estas dando una oportunidad, y eso ya es un gran paso. Todo trata de energías… la energía y las frecuencias están dentro de nosotros, fuera, nos invaden y rodean. No las vemos pero las sentimos y nos afectan. En esta entrada no voy a profundizar en este tema, pero quería explicaros un poco para que entendáis, lo que os voy a comentar en seguida.

Las piedras como todo lo material es energía en su mayor parte, es lo que creen los científicos. Por lo cual, todos los minerales, cristales y piedras están emitiendo una frecuencia. Esta frecuencia nos afecta, en menor o mayor grado. Es por esta razón que pueden reajustar cosas en nuestro organismo. Cada órgano emite una vibración, una frecuencia, cuando ponemos una piedra adecuada en una parte del cuerpo, la frecuencia de la piedra armoniza lo que estaba en desarmonía.

¿Por qué a veces las piedras parece que no ayudan? - Podrían ser más lentas, porque su energía es más débil. También podría ser que no es la frecuencia que necesitemos en ese momento. Por eso es necesario probar diferentes piedras, no porque a cierta persona le funcione un tipo de piedra te va a tener que funcionar a ti también igual de bien. Cada persona es singular, y cada uno de nosotros vibramos en una diferente frecuencia.

Cuando una piedra nos funciona, no la demos a nadie, no nos desprendamos de ella. Es posible que no encontremos otra igual de buena para nosotros. Cada piedra es especial, diferente a las otras, aunque sea del mismo tipo.  Y lo que te funciona a ti no tiene porque funcionar a otros igual de bien. Nuestro cuerpo es muy complejo, y va cambiando, nunca permanece en la misma vibración exacta. Nuestras emociones cambian y afectan a nuestras vibraciones.

Puede que te suene esto todo bastante extraño... en tal caso, sigue probando las piedras y olvídalo todo. Te cuento ahora qué piedra estoy utilizando durante este día. Como te decía, me acordé de mi entrada sobre las alergias... en ella aconsejé utilizar la piedra Lepidolita. Me colgué una, y al poco tiempo empecé a mejorar. Mis ojos dejaron de llorar y mi nariz... mucho mejor. Esto fue esta mañana, y ya es bastante tarde.... no me la he quitado, y estoy muy bien.

Lo sorprendente para mi de esta piedra, es que regalé una a una mujer con sofocos muy fuertes debido a la menopausia, que no la dejaban dormir, y se le han quitado por completo. Y os digo mas, la Lepidolita antes la utilizaba yo para calmar dolores. Ahora tengo otra que me resulta más potente, pero que es buena para diferentes males. Os animo a que la probéis, y me contéis como os va. Yo seguiré probándola para mi problema.

(Esta entrada la escribí ayer ya tarde en la noche, no la publiqué porque quería buscar una imagen adecuada. Esta mañana me fui a hacer unas compras y se me olvidó colgarme la piedra de Lepidolita, y de nuevo ha estado mi ojo mal. Pero solo el ojo con el problema. Al volver a casa me la he colgado de nuevo. Ya os contaré mi experimento.)

Gracias por leer, que os vaya muy, muy bien.